Carlos Cortés, especialista invitado en la mesa 13 de la comunidad ‘Sanantes’, ha explorado el tema de la felicidad a fondo y desde varias perspectivas, como la psicología.
“Creo que hoy en día es una necesidad el poder hablar de felicidad, hablar de estar en calma, de estar en paz. Hace muchos años, las terapias estaban enfocadas en el dolor y otras emociones, y hoy en día creo que como seres, como humanidad, estamos listos ora hacer ese cambio (hacia la felicidad)”.
Carlos Cortés es Licenciado en Psicología Clínica por la UNAM, Psicoterapeuta Holístico con 18 años de experiencia, especialista en Terapia Gestalt, Trauma y TCC. Desde hace 8 años es coach de sueños y de la felicidad, y ha realizado diplomados sobre la felicidad.
Al inicio de su charla nos pregunta: los caminos del dolor y de la felicidad son infinitos y requieren de energía, ¿Dónde quieres poner tu energía?
“Es la misma energía, la que he dedicado en sacar toda mi grandeza y todo mi potencial, y entonces desde ahí yo creo que empezó a abrirse este nuevo enfoque en las terapias”.
La idea de felicidad no es igual desde un punto de vista religioso o filosófico. En este caso, Carlos Cortés la aborda desde la neuropsicología y a través de la definición de una doctora de la Universidad de Riverside: La felicidad es la experiencia de la alegría, satisfacción o bienestar, combinada con una sensación de que nuestra vida es buena, con propósito y que vale la pena.
“No habla de la felicidad como una meta, o como un objetivo, no de un estado, porque en muchas definiciones como las budistas, hablan de un estado de plenitud, pero me parece que manejarlo así sería una meta de estar como en el Nirvana, y nos cuesta mucho porque sentimos que no llegamos y no estamos, por eso me gusta la definición porque es una experiencia, que vamos construyendo día a día”.
La felicidad se construye con todas las decisiones que vamos tomando a diario, es decir, “nadie nace siendo feliz”.
“Con la experiencia vamos aprendiendo a ser felices, o medio felices, o incluso, infelices”.
En ese sentido, ¿Podemos educarnos para ser felices?
“Generalmente nos han preparado en este mundo para ser productivos y adaptables a un sistema social”. (…)”Podemos ser excelentes profesionistas, pero no necesariamente tenemos habilidades para ser felices. Esto es impactante”.
La parte más clara viene de las escuelas de la psicología positiva. Estudios señalan que el 50 por ciento de la felicidad viene de la parte genética, o intergeneracional: “lo que habíamos aprendido en casa cuando éramos niños, cómo eran nuestros padres, el ambiente familiar en el que crecimos”.
Otro 10 por ciento depende de las circunstancias: “El trabajo en el que estás ahorita, si estás con la pareja que quieres, en la ciudad que quieres, etc”.
Pero lo más importante es que el otro 40 por ciento depende de la voluntad propia: “De ese acto evolutivo que nosotros podemos hacer para ir hacia las cosas que nos hacen ser felices. La posibilidad es infinita, no importa cómo haya sido tu historia, en qué circunstancia, la felicidad está en tus manos”.
Si nos dedicamos a crear pequeñas circunstancias y experiencias felices cada día, el resultado será la felicidad.
“La felicidad es un resultado, un cúmulo de pequeñas experiencias diarias que definen cómo nos sentimos y cómo enfrentamos la vida, y eso está en nuestras manos”.
En medio de esta pandemia, podemos crear estructuras resilientes y cultivar la voluntad de ser felices.
Carlos Cortés nos brinda algunos conceptos clave, más allá de la posibilidad de que la persona pueda acudir a una terapia.
1.- Aceptar la realidad. (No la sufrimos, no nos resistimos).
2.- Colocarse por encima de las circunstancias. (No sentir que la situación nos atropella o nos rebasa, control interno).
3.- Sentir que tenemos el control. (Aún a pesar de la adversidad).
4.- Conectar con tu potencial.
5.- Generar emociones y pensamientos positivos.
6.- Aumentar la empatía y el altruismo.
7.- La amabilidad y gratitud que nos conecta con el optimismo y la felicidad.
Podemos ejercer algunas acciones para favorecer la felicidad. Por ejemplo, mantenerse en el presente para evitar la ansiedad, practicar la respiración consciente y de vez en cuando estar en contacto con la naturaleza.
Esto no es una receta, pero se pueden tomar los elementos que nos den un sentido.
Si quieres escucharlas todas visita la Mesa 13 de ‘Sanantes’ y cultiva tu felicidad.