Michel Durán, médico cirujano egresado de la UNAM y experto en medicina china de la universidad de Beijing, nos plantea la posibilidad de sanar con una serie de conceptos milenarios como el Yin-Yang.
El Yin se relaciona con la parte oscura, la que corresponde al interior. Es el abismo donde ocurren situaciones que no pueden comprenderse o sondearse.
“Todo esto que nos genera duda, angustia y nos incomoda, pues no queremos entrar ahí, y una forma de hacer eso es anestesiarnos, fugarnos, perder el tiempo, o consumir alguna sustancia que nos pueda poner en pausa de estas emociones”.
Para entrar en contacto con el Yin, Michel Durán nos habla del retiro. Ir a la parte que no está a la luz, que se encuentra oculta, y con ello, dar pie a que el espíritu sane. Es decir, hacer algo que nos de la calma, el silencio y la introspección.
“Envueltos en nuestra dinámica diaria, de repente sentimos la necesidad de que ya estuvimos abusando un poco, a lo mejor de la alimentación, y buscamos bajarle un poco y decir, a lo mejor ayunar un poco me ayudaría a descongestionar. Otro tipo de retiro, el estrés: mi mente ha estado en tantas cosas que necesito un tiempo solo, necesito salirme de la ciudad. Y mucha gente busca espacios, se ofrecen retiros de distinta índole para la abstinencia, puede ser sexual, abstinencia al celular, quitar estas cosas de las que hemos abusado”.
El retiro no es una ausencia, es “la posibilidad de ir al encuentro con uno mismo”.
En este sentido, la cuarentena nos da la oportunidad de salir de ciertas rutinas y redefinirnos.
“Esto pone a prueba nuestro espíritu, nuestra gran capacidad de resiliencia, nuestra gran capacidad de adaptación, y nos obliga a gestionar nuestras emociones, pensamientos y conductas. La forma en que comemos, dormimos o gestionamos nuestro tiempo libre, nuestra familia”.
El reto no es sencillo. Sin embargo, Michel Durán propone estas ideas.
1.- Convertir la situación en una experiencia de meditación, reflexión descanso y recarga.
2.- Permitirnos no estar seguros de nada.
3.- identificar necesidades, deseos y valores.
4.- Encontrar otros motivadores, otros propósitos.
La gran herramienta para el proceso, es la respiración.
“Un ejercicio de meditación, que es observar mi respiración, dónde la estoy sintiendo. Dónde sucede la respiración en mi en este momento. Un ejercicio de enfocar nuestra atención, y que la respiración va a guiar nuestra energía y nuestra mente, a un punto”.
De nuevo aparece el Yin-Yang, como un balance entre la quietud y el movimiento.
“Nada está separado, no podemos ser solo uno, y veces dedicamos demasiado tiempo a la actividad, y poco tiempo a lo otro”.
Para conocer a fondo la explicación del Michel Durán sobre la respiración, visita la mesa 10 de ‘Sanantes’ en YouTube o Facebook.