Muchas veces se ha dicho que los niños son el reflejo de los padres. La doctora Elisa Gaona, Pediatra y Gastropediatra, profundiza en esta idea y la relaciona con un tema de suma importancia: la salud emocional de los pequeños, en medio de una pandemia que limita los espacios y la convivencia.
“Lo que he recibido en estos dos meses y medio de confinamiento, ha sido un incremento en el miedo por parte de los padres, y el reflejo en la salud hacia los niños. Finalmente lo que tenemos que tomar en cuenta es que somos un todo: mente, cuerpo y emociones, y en todos impacta”.
Es por eso que los padres de familia deben conservar la calma, escuchar a sus hijos, tener una comunicación sana y abierta, que los ayude a comprender el miedo y a superarlo.
“Cuando somos niños, lo que nosotros interpretamos como realidad, es lo que viene de los padres, de lo que te hablan los padres, lo que dicen los padres. Si tu padre te dice eres un niño muy bien portado, tú te pones la camisa de bien portado y lo eres; y si tu padre, o tu madre, o los dos, no te dicen nada, e incluso manifiestan y expresan miedo y temor por las circunstancias que estamos viviendo, el recuerdo que tú vas a tener el día de mañana, y no sólo el recuerdo, sino la realidad presente que el niño va a tener, va a ser de miedo y de angustia”.
La doctora Gaona explica algunos síntomas que los pequeños pueden presentar cuando están en una situación de estrés emocional.
“Y los niños están teniendo terrores nocturnos, se levantan en la noche, gritando y llorando. Los niños de todas las edades, están teniendo signos y síntomas de ansiedad, y mucho tiene que ver con lo que como padres, o cuidadores, les transmitimos”.
“Empiezan a mojar la cama, se muerden las uñas, tienen dolor abdominal, tienden a estreñirse, o tienen diarrea. Finalmente manifiestan estas emociones en su cuerpo. Nosotros como padres somos el ancla emocional de nuestros hijos. El ancla de paz de nuestro hijos”.
Los padres no deben sentirse culpables. La actitud correcta viene de la conciencia, jamás de la culpa, apunta la doctora Gaona, dentro de su participación en la mesa redonda número 9 de la comunidad ‘Sanantes’.
“Es para que seamos más conscientes de lo que decimos, de lo que pensamos, porque recordemos que la mente es extremadamente poderosa, y de lo que sentimos”.
La frase “Balance ante todo, y sentido común sin miedo”, resume la forma en que podemos enfrentar la situación en el encierro.
También es necesario reconectar con la convivencia familiar sana. Aquí algunos consejos.
“Tengamos un hobby en común, hagamos cosas manuales, hacer un rompecabezas, cocinar juntos, limpiar la casa juntos, incluso. Los niños necesitan del contacto físico, necesitan abrazarse, ensuciarse, para su salud física y emocional”.
El castigo severo, e incluso la violencia, son conductas que aumentarán el miedo y la ansiedad en los pequeños, y que se deben evitar.
“Que un niño sea golpeado, zarandeado, que le demos nalgadas, no es crianza, no es educación, es violencia intrafamiliar, y ese maltrato sucede por los niveles de ansiedad que tenemos”.